Son las seis de la tarde. Los pelotaris han sido convocados por la empresa para sacar la foto de temporada del cuadro. Falta una hora para que empiece la función del viernes. Estoy sentado en The Grill, la cantina ubicada en el interior del casino, justo después del acceso al frontón. Huele a fast food; a fritanga. Varias personas esperan delante del mostrador a ser atendidas. En una mesa a mi izquierda dos mujeres de aspecto oriental dan cuenta de unas hamburguesas y french fries. Dos vasos de soda large size reposan sobre la mesa. Hablan en un idioma que no es el inglés. Continue reading