No quedaba rastro de rabas en el platillo ni gota de chacolí en los vasos. Una mueca de disgusto asomó en la comisura de los labios del inspector al ver sobre su oronda y reluciente guayabera blanca una gota de grasa.
Chasqueó los dedos para llamar la atención del camarero. Con una vocecita que no correspondía a su masa corporal, le pidió una ración de croquetas y dos chacolíes más. Continue reading
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Zurdos…
Joder! Bandini, ayer me impresionaste con un texto tuyo, una descripción que haces de tu primo Dominic Molise, al igual que tú, aspirante en su día a convertirse en beisbolista profesional. Dominic tenía 16 años, un metro sesenta de estatura, orejas de soplillo y era zurdo. Estaba empeñado en ir de Colorado a la costa del Pacífico al lugar donde entrenaban los Chicago Cubs, para hacer una prueba con ellos. Dominic estaba obsesionado con su brazo izquierdo, “El Brazo” le llamaba, estaba convencido de que llegaría a lo más lejos en el béisbol profesional, incluido el Templo de la Fama. Continue reading
Manila: Pelotaris en el infierno (1)
Una historia escrita en el infierno (Primera entrega)
Esta es la historia contada por el pelotari cubano Antonio Andrés al periodista Eladio Secades tras regresar de las islas Filipinas el año 1945. Andrés sobrevivió junto a su esposa Josefina Cornejo a la guerra y a lo que la historia ha calificado como “La Batalla de Manila”, donde tras la ocupación de la islas Filipinas por los japoneses durante cuatro años, y tras batirse en retirada ante la llegada de las fuerzas americanas, los soldados japoneses mataron alrededor de 100.000 personas. 257 ciudadanos de España murieron a manos de los nipones o durante los intensos bombardeos de los estadounidenses. Continue reading
Manila: 7 días de rodillas en un refugio (2)
Un expelotari que vive en Florida, me manda un mensaje con una foto incluida. “Daytona, mi primer año en Florida. Llevaba 13 (quinielas) ganadas el primer mes, el que menos de todo el cuadro. Me llama Andrés (el intendente) a la oficina y me dice: “Chaval, lo tuyo es entrar al saque”. Quedé segundo esa temporada en quinielas ganadas. Se decidió en la ultima función. Ganó Solana (mejicano) que hizo la temporada de su vida”… (Jesús Zulaica llegó a ser uno de los rematadores de costado más hábiles en la década de los años setenta y ochenta).
Guillermo y el Duque de Marigny
Guillermo estaba atravesando una mala racha de juego, cada vez jugaba peor y andaba desesperado. Su aventura en la pesca de tiburones en Cayo Largo había sido una experiencia fallida y físicamente estaba deshecho. Un día conoció a través de Ernest Hemingway un personaje con el que hizo buenas migas desde el primer momento, un tipo de dos metros de altura y gran deportista. Fred de Marigny, de origen francés, se hacía llamar: duque de Marigny. El aristócrata se convirtió rápidamente en incondicional admirador de Guillermo. Iba a verle a todos los partidos que le programaban en el Jai-Alai de La Habana. Con cada derrota de Guillermo el duque de Marigny sufría. Éste le hizo saber que todos sus males se debían a que tenía todos los músculos agarrotados y el cuerpo intoxicado. Le propuso un régimen de vida especial. Continue reading