Las nubes amenazaban lluvia cuando llegamos a Gernika, al fondo en la montaña una cortina gris así lo indicaba. Intentamos aparcar el coche en el extenso parking cercano al frontón, no había manera. Desistí de ir más allá y lo dejé aparcado en una zona ilegal con la esperanza de la permisividad de los municipales en un día tan señalado. Hoy hay llenazo, comenté. Si quieres saber cual va ser la entrada en un frontón, primero fíjate en el parking y la cantidad de coches en él. Segundo, si hay gente en la entrada del recinto. Efectivamente, un numeroso grupo de personas se arremolinaba en la entrada del jai Alai. Continue reading