Dos horas y media fue lo que duró la retransmisión de dos partidos de cesta-punta. Dos horas y media que se me hicieron, no voy a decir cortas, pero sí entretenidas. Cuando el jai-alai se viste de fiesta, cuando por la pasarela desfilan, no modelos estilizados rozando la anorexia, sino auténticos atletas dispuestos a ofrecer lo mejor de si mismos. La fiesta está garantizada, el espectáculo está asegurado. Continue reading