Mi querido Bandini, ya me perdonarás que no haya dado señales de vida en varias semanas. No, no te preocupes my friend, todo marcha bien, de momento no coronavirus ni gripes ni dolores de ciática, de salud, en general, so far so good, estupendamente. El mayor cambio, eso sí, que me he jubilado. El trabajo remunerado que comenzó en Zaragoza a los 14 años, tras dos décadas como “artista” del mimbre y después de pasar por dos gremios más, aquí me tienes, Bandini, libre de la tiranía del reloj que marca las horas. Sin excusas para contarte mis andanzas, a la espera de viajar a Los Angeles y hacerte una visita. Continue reading