Día de Reyes Magos en el Palace

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Martin Giralda

El cotillón de fin de año había acabado convertido en una auténtica bacanal pero el día de Reyes la barra y los alrededores del bar  del Principal Palacio brillaban como los chorros de oro. Quinto, jefe de camareros en la época gloriosa del frontón, llevaba dos día sin parar. Todo tenía que estar a punto para el lunch de ese día. La gente guapa de Barcelona y personalidades del jai-alai tenían una cita en el histórico frontón. Máxima expectación más teniendo en cuenta la celebración en la ciudad del I Congreso Mundial de Escarabajos Peloteros.

Mientras Quinto sacaba brillo a las copas, Pepe Chapazo, el veterano cronista del diario deportivo DesDicen –resacoso todavía de la juerga de nochevieja– iba ya por su tercer whiski.  Levantó el vidrio y con la vista puesta en una foto de Erdoza menor colgada en la pared, brindó por su viejo amigo: “el más grande de todos, salud camarada”, se tomó el trago de un golpe.

Lo que comenzó como un goteo, al poco, la gente fue entrando en grupos. Josep el ascensorista no daba a basto, el elevador subía y bajaba sin cesar como en la década de los setenta. Para las doce la barra estaba abarrotada así como la parte superior de las gradas. Los canapés y los pinchos volaban. Quinto, con su pericia intacta  a pesar del paso de los años, preparaba combinado tras combinado. El cava corría y el efecto del vino se hacía notar entre  los invitados, la gente hablaba a gritos. Caras conocidas de ex puntistas llegados de todas partes. Florida, Connecticut, Mexico, Filipinas… Palistas, corredores, empresarios… El último intendente del frontón Principal Palacio, José María Urquiaga, ahora eminente experto en especies en peligro de extinción iba a abrir  el I Congreso Mundial sobre los Escarabajos Peloteros.  Reconocidos políticos, sindicalistas, periodistas como Fontanet y Ricardo Pastor “Ritxar”. Socios del club Vasconia con Ortego a la cabeza y gorrones de toda índole que acudían al olor de la sardina. Un gentío ocupaba gran parte del frontón.

Celebridades como el general Azurmendi y Totolo Urrutia charlaban distendidamente. Mister Guilladera merodeaba de grupo en grupo contando sus hazañas a todo aquel dispuesto a escuchar. Agustín Brugués trataba de escaparse, sin conseguirlo, de la persecución de Arroyo, recaudador de cuotas de Pilotarien Batzarra. Ube en medio de la cancha moldeaba frontones en el aire mientras Capitán América paseaba a su cachorro de león por la contracancha. Zulaika, pegado a la pared de rebote, explicaba a Mortel Arratibel cómo restar a txik-txak de derecha en la single. Charli Urizar intercambiaba entradas del Citrus por otras para ver al Athletic en San Mamés Barria. “Forever” Konpa lanzaba desafíos al personal: un partido mano a mano a 50 tantos y pelota muerta.

Toto, vestido todavía de rey Melchor, no se despegaba de  un Don King con los pelos en punta y ataviado como rey Baltasar. Junto a ellos Lilou Etxeberria, de rey Gaspar, preguntaba al primero que encontraba si la presidencia de la federación catalana estaba vacante… La noche anterior los tres reyes habían recorrido las Ramblas arriba-abajo repartiendo cestas, palas  y pelotas a todos los niños.

Sus majestades, los tres reyes Magos, se habían situado en el centro de la barra. Iñaki Egiguren y Xabier Gamarra,  vestidos de paje, eran los encargados de servirles los tragos.

José María “Xixa” Mirapeix micrófono en mano pidió silencio, suya iba a ser la labor de anunciar las novedades para el 2014. La gente seguía a su bola sin hacerle caso hasta que despertó y se levantó Oroz III del asiento de la última fila, altura cuadro 8, y pala en mano pegó un par de palazos en la barra. Se hizo el silencio en menos que canta un gallo.

“Toma la palabra el general Azurmendi”, anunció Mirapeix. La máxima autoridad de la PALA, tras un ligero carraspeo, el semblante serio,  comenzó a relatar lo acontecido diez días antes. El general y un pariente suyo contratista consiguieron introducir un bulldozer en el frontón Bizkaia de Miribilla. Con el apoyo de antiguos palistas del Euskalduna consiguieron desplazar hasta los 54 metros la cancha de Miribilla. No pudo proseguir, su relato fue interrumpido por una salva de aplausos que no cesó hasta que el glorioso general levantando los brazos instó al público a guardar silencio. No sólo éso, continúo la máxima autoridad de la PALA. A la mañana siguiente se personaron en el despacho del Diputado General y arrancaron de éste un decreto foral que en los sucesivo la PALA. Sí, recalcó Azurmendi, con mayúsculas y la de kilo, sería la única modalidad permitida en el Bizkaia. Antes de que los asistentes dieran rienda suelta al júbilo, el general Azurmendi terminó con un… “¡Larga vida a la PALA!” que fue correspondido con un ¡¡¡¡¡Viva la Pala!!!! por todos los presentes.

El siguiente en tomar el micrófono fue Totolo Urrutia. Explicó el coleccionista de jai-alai memorabilia cómo tras años de infructuosa búsqueda, por fin, había encontrado los calzoncillos perdidos de Chiquito de Eibar, dónde y en la segunda planta del Principal Palacio, justo debajo de la cancha, en un lugar  donde  depositaban antiguamente el atrezzo para las obras de teatro.

Una salva de aplausos premió la perseverante labor investigadora de Totolo Urrutia quien tras una reverencia sacó de dentro de su guayabera unos enormes slips de color amarillento. El objeto tan deseado.

El siguiente en dirigirse al público allí concentrado fue el bloguero J.I. Zulaika quien anunció la inminente aparición de un nuevo blog escrito a dos manos por él y por Tototorika que llevaría por nombre: la parejainvencible.com.

Mirapeix, retomando la palabra, volvió a dirigirse a los presentes: “He de anunciar de buenas fuentes que el ansiado libro de memorias escrito por Toto, titulado: “Sálvame Deluxe”, con prólogo de Kiko Rivera, ha sido escogido como obra finalista para el premio Nadal.

Lo que faltaba. Nueva salva de aplausos. Decenas de voces empezaron a corear el nombre del ya consagrado escritor. “¡Toto! ¡Toto! ¡Toto!…. una locura.

El polifacético emprendedor en su papel  de rey Melchor se abrió paso entre el gentío ayudado por su paje y se colocó en la mitad del pasillo. Con la mano hizo un gesto para que se acercara su amigo Don King. “Señoras y señores, tuve un sueño y se va a cumplir. Mi amigo del alma y yo anunciamos la inminente apertura de frontones en las principales capitales del mundo. La franquicia “Jai-Alai All-over-the World Inc”, va a abrir jai-alais en Paris, Londres, Shangai, Nueva York, Manila, Honolulu y en Singapur”… Antes de que acabara una voz al fondo: “Y la pala, qué…!”. Era la voz del general Azurmendi. Toto se giró y levantó los brazos pidiendo paciencia. “Jesús, confía en mí”. Don King, le interrumpió para decir: “Yo confiar mucho en brother Toto. Nosotros amar jai-alai tanto como boxeo”. Melchor y el rey Baltasar se fundieron en un abrazo.

“¡¡¡¡Toto-King!!! …¡¡¡Toto-King!!!… se volvió a armar la marimorena en el Palas.

Cuando todo el mundo creía que allí acaban las buenas noticias. Faltaba una última sorpresa. Enrique Arriaga tomó la palabra. El marquinés residente en Barcelona comenzó con un “Ya sabéis  que lo mío no es hablar en público pero lo tengo que contar. De buenas fuentes próximas a CIU he sabido que en cuanto Catalunya declare la independencia la pelota volverá a Barcelona. Se reabrirán el Principal Palacio, el Novedades, el Condal y el Colón…. La herramienta será declarada patrimonio cultural de Cataluña”. Palabra de Mas.

“Dios bendiga Catalunya y a Artur Mas”, era la voz del general Azurmendi de rodillas, los brazos y la vista dirigida al techo del Principal Palacio.

Se volvió a desatar la locura como en la fiesta de nochevieja. Abrazos, besos, brindis por doquier…una auténtica bacanal. Un lunch en un principio, una verdadera fiesta al final. Acabaron todos en la cancha bailando la sardana y lanzando vítores: “¡¡¡Visca Catalunya Lliure!!!”

«Ondarrun: dinero perro bailar»

«La función terminaba a las nueve de la noche y el bar quedaba abierto por lo menos dos horas más. Era seguro que se armara una buena tertulia y de paso aparecía siempre el juego de los chinos para ventilar los cuba libres o las bebidas de cada quien. Allí podían estar en el corro corredores y pelotaris más los amigos de ellos, más el juez de cancha y yo mismo, formando un grupo que podíamos ser 15 o 20 y a veces más».
Del libro «Ecos de un Frontón en Las Ramblas de Barcelona», autor: Fernandez Urquiaga.

Los jueves son noche de tertulia en el «Palas», en el Principal Palacio de Barcelona. Tras el cierre del frontón –un triste día de noviembre de 1988– Fernandez Urquiaga consiguió de las autoridades locales que, por lo menos, el bar del frontón siguiera funcionando; desde entonces lo hace en un horario de mediodía, tarde, noche –cuando se juntan los especímenes más inimaginables de la noche barcelonesa— hasta el amanecer del día siguiente. Gurmensindo, «Sindo», para los amigos, llevaba las riendas del bar de manera impecable, un auténtico profesional, fiel al «Palas», un hombre que no pierde la esperanza de volver a ver la reapertura del frontón ubicado en la tercera planta del Teatro Principal Palacio, en la Rambla Santa Mónica. Así pues, cada jueves, hacia las nueve,  habitualmente se juntan más de una docena de personas para charlar y ponerse al día de los últimos chascarrillos del mundo de la cesta-punta. Hay semanas que acuden invitados sorpresas, gente de paso. El general Azurmendi, conspirador eterno contra la pelota a mano. El investigador «Totolo» Urrutia. El empresario Totorika. Javi Clemente, el entrenador de fútbol, de paso por la ciudad condal, no desaprovecha la ocasión para acudir a la tertulia. Al igual que Pedro Mir, Anjelito Ugarte o «Charli» Urizar, entre otros.

El primero en llegar suele ser Pepe Chapazo, el antiguo cronista de pelota del diario deportivo «DesDicen», un hombre sabio, un verdadero entendido de pelota, el que lo sabe todo ya que le crecieron los dientes viendo jugar a figuras de distintas generaciones, empezando  por el gran Erdoza menor hasta los Goiko y Lopez pasando por Chiquito de Bolibar y Katxin. Nada más llegar, en cuanto  le ve entrar por el portón que daba al pasillo de cancha, Sindo ya le ha preparado su whisky con un cubito de hielo. Como de costumbre, antes de sentarse en el taburete, se acerca al retrato de don Eusebio (Erdoza menor) y le daba un beso: «El más grande entre los grandes».

Antonio el «Valenciano» es uno de los primeros en acudir a la cita. De elevada voz, buena persona y muy servicial, de mucho carácter. En la década de los ochenta, en plena burbuja inmobiliaria, uno de los mejores puntos del frontón, sino el mejor. De profesión contratista. En estos tiempos, azotado por la crisis, arruinado, se dedica a hacer chapuzas con un cuñado suyo, baños, cocinas… lo que se tercie, cobran por «b» al tener todos los bienes embargados.
Deba, el cestero, al que se le paró el reloj en Zaragoza, años 70, no se pierde la tertulia de los  jueves.
Sarasola, un chico de Isasondo, uno de los tantos pelotaris que se quedó en Barcelona tras el cierre del Palace, reside en Granollers, está casado con una frutera y acude de madrugada a Mercabarna. El año 88 tenía contrato para Florida. No ha asimilado la gran frustración que esto supuso. No se pierde un jueves.
«El Flaco» Zaldibia de Tolosa, ex corredor de apuestas. Jordi, el ascensorista, «periquito» a muerte, a veces, sale el fútbol como tema y entonces Jordi saca las garras si alguien se mete con su «Español» del alma. Así hasta completar la docena  o más que se juntan para tomar unos tragos  a los chinos, para no perder las buenas costumbres.

Llevaban como media de hora de tertulia cuando fue Gurmensindo, el jefe de camareros, quien sacó el tema estrella a colación. ¿»Habéis escuchado las declaraciones de Egiguren II a Txetxu Urbieta en Euskadi Irratia»…?. «Parece ser que este verano hay posibilidades de que se de algún tipo de circuito en Euskadi. Muy jugosa la entrevista». Fue Antonio el «Valenciano», el ex contratista el que saltó como un resorte. «Nada, ni caso, pura palabrería. Ahí hace falta mucha tela y ni dios quiere poner un duro. El único capacitado para poner en marcha algo por el estilo es Toto (Totorika). Nadie más que el «Tot» tiene los collons que hace falta…». No le dejaron terminar, Sarasola el de Isasondo fue el que le cortó en seco. «Ya estás con tu Totorika. Quién te crees que es ése ¿el Mesías…?. No te das cuenta que Toto está acabado en Euskadi, que se vaya a Filipinas y deje trabajar en paz a los demás, a los Egiguren, al Consejo y al Gobierno Vasco».

La cosa ya se había calentado. En pocos minutos, en segundos mejor dicho, la bronca estaba asegurada, no hacía falta gran cosa, la verdad sea dicha. El antes empresario, ahora humilde autónomo, saltó como un resorte. Más teniendo en cuenta que le había tocado la fibra al meterse con  su ídolo. Antonio «El Valenciano» era un «Totista» a  muerte, capaz de matar por defender al empresario de Durango. «Qué sabrás tú Sarasola. Qué sabrás tú de gestionar una empresa, de arriesgar un capital, de trabajar 24 horas. El «Tot» ha sido el único que en estos veinte años ha dado la cara en la pelota. Encima va y habré un frontón, dónde y en Filipinas. Así le pagan ahora, ninguneándole».
En la otra esquina de la barra, Deba, el cestero, le decía a Josep, ex juez de centro: «Entiende la cosa. Como Urtain nadie, si sigue así campeón del mundo, oye».
No había nadie que parara el discurso del valenciano, la defensa a ultranza en favor del emprendedor de Durango. De hecho, Toto se había convertido en trending topic, no  había jueves que el «Tot» no saliera a la palestra. Algunos lo defendían a muerte, el contratista a la cabeza; otros, como Sarasola, no lo podían ni ver; los menos callaban.

La bronca era ya importante. Hasta que surgió de la última fila, altura cuadro siete, la figura de Oroz III, que asestó un palazo encima del mostrador y se hizo el silencio.
Pepe Chapazo que no había abierto la boca hasta ese momento se dispuso a hablar. «Ascolti nois». «El problema no es Toto sí y los Egiguren, no. El problema es que hacen falta los mejores pelotaris del mundo para que funcione un circuito serio, de la otra manera, no hay circuito. Mientras Dania y Miami sigan abiertos, y las figuras ganen lo que ganan. No hay dinero en el Banco de España para pagarles. ¿Acaso pensáis que los Goiko, López y cía van a venir a jugar a Euskadi ganando menos?»
Gurmensindo, el jefe de camareros, se apresuró a repetir las palabras del «Txetxu» (Urbieta, locutor de Euskadi Irratia) en el sentido de que «Goiko y López estaban dispuestos a venir a jugar a Euskadi «si hay un proyecto serio».

Sarasola, el ahora frutero en Granollers, entró al trapo. Ni daba por bueno el argumento de Pepe Chapazo ni de lo que acababa de oír de labios de «Sindo». «¿Y dónde está el compromiso de los pelotaris. Para qué se hizo la huelga en el 88. A nosotros que no fuéramos a jugar en apoyo a los huelguistas. Y ahora qué. Sólo cuenta el dinero. Acaso no es hora de que arrimen el hombro…? Unos peseteros, eso es lo que son».
Jordi, el ascensorista:  «Ascolta, Sarasola, los deportistas son en todas partes iguales. Sea el Mesi o el Goiko. El escudo del club no vale res de res cuando son las peles lo que cuenta. Se lesiona un deportista y qué pasa. Nadie se acuerda de él. Exigir sacrificios a los atletas no es de recibo. Son los gestores del club, empresarios, la federación, los que tienen que arreglar el tema».
Deba, al oír «federación, levantó la voz. «Eso, eso, federación, entiende la cosa, esos son los que tienen que luchar para que Urtain pelee contra Cassius Clay por el título mundial».
La peña ya estaba acostumbrada a las salidas de bombero de Deba  –ex cestero primero en Zaragoza, después en Barcelona–  y ni dios le hacía caso.

Iban ya por el cuarto trago, el ambiente caldeado a más no poder como todos los jueves. Gurmensindo, el jefe de camareros, intentaba calmar los ánimos. Antonio, el ex contratista, brindaba por  el «Tot» (Totorika), el único que tenía collons de verdad para hacer las cosas. Sarasola, a lo suyo, erre que erre, pidiendo colaboración entre  las partes, sobre todo, esfuerzo,  a las figuras. Txopitxe, el que fuera corredor: «A río revuelto ganancia de pescadores. Los franchutes, con Lilou (Etxeberria) a la cabeza van a salir beneficiados de toda esta movida». Chapazo, el ex cronista, comentaba en un corrillo que antes en la época del Novedades, del Palace, en México y  Cuba, la misma historia, las figuras han tenido la sartén por el mango. Otro de la partida, Aramendia, un ex puntista de Ondarroa afincado en Barcelona, tras darle un buen trago al cubata, exclamó: Ondarrun, «dinero, perro bailar».
Después de más de media docena de tragos y sus correspondientes juegos a los chinos, cada cual se marchó por donde vino. Hasta el jueves que viene. » Buenas Ramblas», como decía Pepe Chapazo.