Magaña, cita con un extraño

No quedaba rastro de rabas en el platillo ni gota de chacolí en los vasos. Una mueca de disgusto asomó en la comisura de los labios del inspector al ver sobre su oronda y reluciente guayabera blanca una gota de grasa.
Chasqueó los dedos para llamar la atención del camarero. Con una vocecita que no correspondía a su masa corporal, le pidió una ración de croquetas y dos chacolíes más. Continue reading

Castro y los suyos entran en La Habana: pelotaris en apuros

Ayer cuando acudí a la comisaría encontré a Garro de un humor excelente. Por orden judicial se había levantado la prohibición en Euskadi de no abrir la hostería. Por fin, después de un par de semanas, podríamos sentarnos en una terraza y tomarnos unas banderillas con sus correspondientes tragos.
Era media mañana, la víspera había llovido torrencialmente y lucía el sol, nos acercamos a la calle San Francisco y ver las terrazas ocupadas por gente te hacía sentir que la ciudad seguía viva. Continue reading

Los Pradera y los Castro

“Oye Garrito”, le digo al inspector. “Si Magaña y Guillermo aceptan la propuesta de la mafia, la historia del jai-alai hubiera cambiado radicalmente”.
“Imagínate”, acomodándose en la silla estiró las piernas y cruzó las manazas en su regazo. “Es algo imprevisible. Difícil respuesta. Pura especulación. A la mafia solo le interesaba ganar dinero, controlar los negocios. Tal ve hubiera ayudado a expandir el jai-alai por todo EEUU, o tal vez, no. El verdadero enemigo de los frontones han sido los casinos. Además, si la mafia pone sus garras en el jai-alai, hubieran llegado los amaños en la cancha. Si algo ha permitido que el jai-alai se mantenga durante casi un siglo ha sido la honradez de los pelotaris; aunque el 99% del público crea que las quinielas están arregladas”. Continue reading

Dossier del FBI (Caso Cloty)

Garro bostezó y echó los brazos hacia atrás. A continuación abrió uno de los cuadernos que tenía encima de la mesa. Estaba lleno de dibujos como los jeroglíficos egipcios. Sólo el inspector sabía el significado de aquel galimatías.
“Vamos a ver si avanzamos algo en la investigación”, empezó a pasar de hoja en hoja. “Sabemos por Cloty que varios individuos se reunieron con Zenón en la cafetería poco días antes de ser asesinado. Uno de ellos”, señalando al Negro Frías sonriente en el tablón de corcho, “podría tratarse de un viejo conocido nuestro. Luego está el que ejercía de jefe, el tipo de aspecto de Olentzero, del que apenas sabemos nada”, Garro dejó de dar pasos y calló por un momento, la mano apoyada en la barbilla. “Pero, lo que de verdad nos interesa en este momento de la investigación es saber la trayectoria de Zenón, su pasado como pelotari que misteriosamente ocultaba. De ahí podemos extraer pistas que nos puedan ayudar a resolver el caso”. Continue reading