Éramos pocos y….

Éramos pocos y… parió la Federación. Fue lo que primero que me vino a la mente al leer la noticia de cómo la Federación Vasca de pelota presentaba el Circuito Jai Alai.
Primero fueron los «franceses» los que crearon el primer Tour de Jai Alai. Después, este año se ha organizado el Jai Alai World Tour auspiciado por el Consejo Mundial de pelota vasca y de la mano de Jai Alive. Continue reading

Taxisa salgai

Etxera itzultzeko ordua. Hotelaren atarian gaude, taxisa geldiarazi eta aireportura eramateko esan diogu txoferrari. Ze aireportura joan nahi degun, galdetu dit. Prateko aireportura joateko hogei bat minutu behar dira Rambletatik, garaiz goaz, badaezbada ere. Continue reading

Apuntes de Zaragoza (1970)

El frontón Jai-Alai de Zaragoza estaba ubicado en un lugar céntrico, muy cerca de la plaza España, perpendicular  al Paseo de la Independencia, en una palabra: en el corazón de la ciudad. La capital maña por aquel entonces, 1970, era un pueblo grande. Para hacerse una idea, al otro lado del Ebro, por la zona del Pilar, no había más que un barrio, el Arrabal le llamaban, y alguna que otra fábrica.  A día de hoy, todas esas zonas están pobladas, nuevos barrios, polígonos industriales… Imposible recorrer la ciudad de una punta a la otra en una mañana, algo que hacíamos a menudo cuando vivíamos en Zaragoza. Continue reading

«Ibarra» o «Garro» Homenaje en Barcelona

He tenido acceso a la revista de Pilotarien Batzarra y me he llevado varias sorpresas agradables. Una de ellas es que uno de los galardonados este año es Juan Anjel Ibarra, también conocido en el mundillo puntista como «Garro». A «Ibarra» o a «Garro», como se le quiera llamar, le tengo especial cariño –por otra parte, no creo ser el único, tengo la impresión de que el de Aulesti es una persona muy querida en el colectivo puntista– le tengo cariño porque Ibarra es uno de los primeros pelotaris con los que coincidí nada más debutar, en Zaragoza, a finales del año 1969. Continue reading

Hazañas

Cuenta Red Smith –antiguo cronista de deportes en el New York Times– en sus memorias, cómo en cierta ocasión el director del periódico le amonestó porque no hacía más que endiosar a las figuras del deporte. A qué se debe esa tendencia a elevar a la categoría de dioses a los capaces de destacar en el deporte. Hasta llevarlos a los altares y con el paso del tiempo convertirlos en mitos y leyendas. A la necesidad del ser humano de héroes, tal vez. Al disfrute de hazañas hechas por otros pero que en realidad hubieras deseado ser tú el protagonista, puede ser. Continue reading