Mi querido Bandini
Vas a tener que perdonarme porque últimamente te tengo abandonado. Déjame que te explique.
Sabes bien lo que me gusta meterme en fregados que luego me traen de cabeza y desde hace bien poco me he metido en esto del podcasting, una herramienta versátil, un complemento al blog, una manera de compartir un sentimiento con el resto de la comunidad del jai-alai. Continue reading
Post Category → Conversando con Bandini
Rufino o El éxito dentro y fuera de la cancha
Mi querido Bandini
Hace unas semanas paseaba por Reyes Católicos —una calle peatonal del centro de San Sebastián, como bien conoces, una ciudad de poco más de 200.000 habitantes donde puedes pasar semanas sin tropezar con un ser conocido que vive a 200 metros—, imagínate la densidad de población.
La cosa es, Bandini, que de pronto, en ese cruce de gentes, la cara de una persona llamó poderosamente mi atención. Continue reading
Apuntes sobre «Winter Series» de Gernika
Estimado Bandini
La carta de hoy me vas a permitir que se le dirija a un amigo de Miami, a Jesús Olivera, un gran aficionado al jai-alai. Jesús es un entusiasta de la cesta-punta como pocos. Por lo tanto no te pido disculpas. Continue reading
Se acabó. It´s over
Malas noticias, Bandini, malas. Voy a tener que colgar la cesta definitivamente. Sí, se acabó.
Llevaba varias semanas ensayando una vez por semana con mi amigo Perico del que te he hablado en alguna otra ocasión.
Empezamos con cautela. ¿Cómo responderá el brazo? ¿Y las rodillas? ¿Regresará aquella ciática de hace diez años que me dejó descojonado un par de semanas?
Lleno de dudas, pero animado por Perico que tiene más afición al jai-alai que los dos hermanos Mendi juntos, la cosa es que nos arrimamos al Atano III, un frontón de 36 metros, ideal para jugar a pies parados. Continue reading
Con Bandini en la «Uni»
Dejamos la variante que lleva a Trabakúa y nos adentramos en Markina-Xemein. Eran las once y media de la mañana y se veía poca gente en las calles. En pocos minutos dejamos la fuente del Carmen y el Toldope a la izquierda y, ya en el Prado, doblé a la derecha hasta la altura del frontón, donde aparqué el BMW Cabrio frente a los baños. Bandini quería visitar la famosa “Universidad” de la cesta-punta y yo no me iba a oponer. Continue reading