Luis María Echaniz, “Echaniz I”, (1937, Azkoitia) fue una de las grandes figuras de la década de los años cincuenta en el Jai-Alai de La Habana (Cuba). En la legendaria cancha conocida como el “Palacio de los Gritos” fue el mejor zaguero en una plantel donde destacaban: Guara mayor y su hermano “Guarita”, Frías, “Chucho” Larrañaga, el “Moro” Uriona, Lorenzo Arriola o Quintana. Continue reading
Hay una campaña de comunicación en toda regla para potenciar la cesta-punta en Euskadi fruto de la alianza entre EITB, la radio-televisión pública vasca, y un equipo de empresarios dignos de admiración.
Los orígenes de esta campaña hay que buscarlos en la coyuntura de crisis que supuso el cierre de Dania Jai-Alai el 28 de noviembre. El último frontón profesional que quedaba en funcionamiento fuera de Euskadi. Continue reading
Last days at Dania Jai-Alai Fronton. He approached me and introduced himself as Loren Harris. Fifteen minutes of conversation in a more than correct Spanish were enough for me to realize that I was in front of an overwhelming personality and a contagious enthusiasm. I immediately realized that I was not in the presence of an unconditional jai-alai aficionado. More like an apostle of jai-alai. Someone who has been entrusted with a mission: to spread the Basque sport among young people. In Baja California or Cancun (Mexico). Or even in Magic City, a version of jai-alai that Loren Harris was betting on. Continue reading
Es complicado entrevistar a un antiguo compañero por el que sientes admiración. Sentimiento que se remonta a un tiempo lejano, el año 1980, en el que formamos pareja en el Miami Jai-Alai, con el número seis a la espalda. Y, sin apenas yo tocar pelota, él se encargó de ganar la quiniela a base de rebotes de revés y costados de remate. ¡Qué manera de jugar a jai-alai! Continue reading
It is complicated to interview a former teammate for whom you feel admiration. A feeling that goes back to a distant time, the year 1980, when we played together at the Miami Jai-Alai, with the number six on our backs. And, without me even touching the ball, he was in charge of winning the quiniela with rebotes and costados.
What a way to play jai-alai! Continue reading