Leo en facebook, más tarde en el diario Gara: Konpa se retira del profesionalismo después de muchos años desde que debutó. Un gran profesional, un excelente puntista, dice adiós a las canchas. Konpa da las gracias y se despide de la afición a través de un escrito titulado: «Señoras y señores… ha sido un verdadero placer».
Uno de los párrafos llama mi atención, una reflexión hacia el final de su despedida. El siguiente párrafo: (…) “La situación actual necesita de un empujón conjunto de tod@s los que conforman el mundo de la cesta-punta ya que, encima que somos pocos, esta atomización de pequeños proyectos hace que estos esfuerzos queden diseminados y sin fuerza. Solamente quiero proponer que en vez de mirar al pasado (lo que fué la cesta) y quejarnos del presente (donde estamos ahora) nos hagamos la siguiente pregunta: ¿qué cesta-punta quiero ver en abril de 2024? Según las respuestas de cada uno, a partir de ese momento, deberíamos centrar todos nuestros esfuerzos para aportar nuestro granito de arena para que, dentro de diez años, se hagan realidad” (…)
Siento discrepar en parte con Konpa. Yo sí creo que hay que mirar al pasado, no de una manera nostálgica, sino como lección a tener en cuenta. Para reflexionar sobre el futuro hay que mirar por el retrovisor, analizar lo andado. Lo mismo sobre el presente. No hay que quejarse (en esto estoy de acuerdo); pero sí hay que ser crítico. Konpa critica la atomización, pequeños proyectos hace que estos esfuerzos queden diseminados y sin fuerza, nos dice Konpa.
Yo me pregunto: dónde carajo se ha metido Konpa estos últimos años. Acaso no ha sido parte de un proceso de atomización que nos ha llevado al estado actual. Un estado de total confusión, al menos yo como aficionado así me siento al comprobar, sin ir más lejos, por una parte el ProTour y el Jai Alai World Tour, por otra. Vaya sopa de letras. No sé qué cesta punta quiere ver Konpa en abril de 2014, no sé cuál va a ser el panorama , pero el de abril de este año no aparenta vaya a ser el de unificar criterios y tirar todos por el mismo camino.
No podemos renegar del pasado porque antes o después, de una manera o de otra, somos responsables del presente, aunque sea a modo de granito de arena, incluido Konpa.
Las propuestas, los decálogos de buenas intenciones, suenan bien; pero lo hacen mejor cuando se hacen vestido de blanco y se sacrifica y se moja uno y se pierde algo en el camino.