Estimado Jesús Olivera
Viajar en uber por el sur de Florida a veces se convierte en una experiencia enriquecedora. Según con qué chóferes te topas, muchos de ellos latinos, entablas conversación y te cuentan parte de sus vidas. Sin ir más lejos el lunes pasado uno de ellos me llevó de Dania hasta Magic City en hora punta, como bien sabes, si tardas media hora en condiciones normales, hacia las siete de la tarde te lleva más de una hora.
El conductor era un colombiano que lleva ocho años en el sur de Florida, un hombre viajado, culto, amante de la historia grecorromana. Insistió que viajara a Turquía, a Estambul. Me habló del imperio otomano, de Éfeso, de Capadocia… otro planeta. Y todo muy barato; todo lo contrario que Miami, una de las ciudades más caras del mundo, según el uber. Te aseguro que la conversación, la escucha mejor dicho, fue tan amena que se me hizo el trayecto de lo más corto.
Por supuesto que no le hablé de jai-alai. Un tipo que lleva ocho años en Florida dudo que conozca nuestro deporte. Seguro que a ti también te costó contactar con el jai-alai cuando llegaste de Cuba siendo un muchacho. Y eso que era una época dorada, no como la de ahora.
Como todo deporte en vivo gana mucho. El jai-alai en cancha corta que se juega en Magic City no escapa a la excepción. El sonido de la pelota de “plástico” no es heavy como la de cancha larga, pero la pelota corre que se las pela en 36 metros. Los peloteos son largos y las jugadas escasas. Ahora bien, la exigencia física es brutal. Y la mental no lo es menos como me confesaba un pelotari que lleva jugando en esa cancha varias temporadas.
Laduche, pelotari de clase mundial, se había lesionado y la cosa no pinta nada bien de cara a los playoffs que se disputan este mes. Los Cyclones seguro que se resienten si se confirma la lesión.
Varios pelotaris esperaban para ensayar a que finalizara el duelo entre los Ciclones y los Diablos.
El tema estrella era la incorporación de nuevos jugadores para la temporada que arrancará el mes de febrero. El “Mariscal” López como fichaje estrella, seguido de Olharan, Amigorena, «Duque» Hernandez, Foronda y el “Niño” Cabrera.
Te he leído Jesús y estoy de acuerdo. El fichaje de López es una gran noticia para M.C. Los fanáticos que tenéis la oportunidad de ver en vivo lo vais a disfrutar. Que la máxima autoridad en la zaga dispute un torneo por esas latitudes es algo impensable. Un negocio que arranca y pelea por la consolidación, en este momento, que tenga en su cuadro a López y a Olharan, me produce más sorpresa que la del fichaje de Jon Rham por la liga de los saudíes.
Me gustaría saber qué opinas tú del posible rendimiento de López en esa cancha de 36 metros. En el corrillo que antes hacía mención había quien opinaba que va a ser uno más en el cuadro, que ese dominio abusivo en cancha larga, no se va a ver ni de lejos. La controversia esta en el ambiente.
M.C. tiende a igualar el nivel de juego de los pelotaris, las diferencias se liman. Todo lo contrario de lo que ocurre en Gernika Jai-Alai.
Ahora bien, no se qué pensarás. Yo pienso, por otra parte, son los pelotaris los que elevarán el nivel del juego. La competencia.
Puedes ser la cancha más maravillosa, pero si no hay juego, éste no luce. En M.C. o en Gernika.
Si hay calidad el juego sale beneficiado. Me gustaría ver a varios pelotaris del perfil de Goixerri peleándose entre sí, no en base a partidos cojos (desnivelados) como son la mayoría en la actualidad, sino entre cuartetos estelaristas.
Ante los que opinan que en M.C. se juega al tran-tran, como opinaba Fernando Elola en una de sus crónicas, les invito a que vean un mano entre Goixerri y Zulaika o contra Douglas o Laduche. Será interesante ver jugar a un pelotari eléctrico como Olharan en esa cancha, dudo que juegue al gran-tran.
El ritmo pachanguero no se corresponde en absoluto al de M.C. Ver lo exhaustos que acaban es la mejor prueba.
Por cierto, he visto jugar al tran-tran en Gernika y en otras canchas del País Vasco.
Hay una cuestión indiscutible. En M.C. en Gernika o en la Conchinchina acaban siempre dominando los mejores. Porque se adaptan a la cancha que sea. Chiquito (Bolibar) era un fenómeno en Tampa, Bridgeport, Palm Beach y me atrevo a decir que haría maravillas jugando contra la pared del Publix.
López motivado va a dar espectáculo en M.C. Junta varios gallos y habrá pelea. Visualiza, Jesús, un partido entre Goixerri-Laduche contra Zulaika-López. ¿Cómo te lo imaginas?
Podría darse. Y si no se da será por el sistema de equipos y de rankings que impera en M.C. Se verá.
Hay algo que me llama la atención después de mi fugaz paso por el sur de Florida. El escaso nivel de juego tanto en Dania como en M.C. o en Gernika (los sigo por televisión). Los tres frontones activos durante la temporada invernal comparten esta característica.
El cuadro de Dania Jai-Alai es inferior al de la temporada pasada. No es fácil reclutar un cuadro de jóvenes y que tengan juego. No es fácil que un cuadro como el de M.C. tenga un cuadro de calidad dada su trayectoria, sus comienzos, con jugadores reciclados de otros deportes.
Es comprensible que el Winter Series adolezca del nivel que se le supone. El maravilloso ambiente que se respira entorno a este campeonato no se corresponde al juego ofrecido.
Es, Jesús, una opinión totalmente personal, a sabiendas de que muchos seguidores no lo comparten.
Argumentarlo me llevaría varias líneas más y no te quiero cansar. Un viaje de una hora con el uber colombiano está chévere pero de ahí al abuso la distancia es corta.
En los tres frontones mencionados hay algo que suple con nota el bajo nivel de juego.
Es la implicación emocional bien a través de un sistema de equipos (M.C.) y, sobre todo, el formato de sets o juegos. Es divertido.
En el caso de Dania es la juventud la que atrae, la curiosidad por verlos evolucionar, un atenuante a tener en cuenta a la hora de emitir juicios
El sistema de sets, ya consolidado, está, como decimos en el argot, sacando del hoyo a la actual situación de juego. Los sets lo maquillan todo, un resultado escandaloso a 35 tantos, un 35 a 15; no es lo mismo que perder 2 a 0: Un 15 a 7, 15 a 8.
Los sets lavan la cara y tapan las carencias y elevan la emoción hasta el máximo. Un tercer set a cinco tantos, un cara o cruz, lo que prima es la emoción del marcador. El público vibra, nadie se acuerda cómo se han hecho los tantos.
El sistema a sets es lo que los best-sellers a la literatura, las películas comerciales al cine. Los 40 principales en la música… Creo yo.
Llegarán tiempos en los que la calidad y la emoción compartan espacio. Toca esperar porque el jai-alai después de años devastadores está viviendo un renacer, el caldo de cultivo ideal, para que los jóvenes se motiven y entrenen duro y se conviertan en verdaderos estelaristas.
Lo fundamental es que los tres escenarios: Dania, M.C. y País Vasco, se consoliden, se complementen y que en un futuro incorporaciones como las de López y Olharan dejen de ser noticia.
Esto es todo por hoy, Jesús.
Un abrazo