La espuela en el Amaya

Crónica desde Barcelona de Martín Giralda

La tertulia del pasado jueves en el Palace acabó caliente como viene siendo habitual casi todas las semanas. La sangre no llegó al río, pero sí el  alcohol en grandes cantidades por las venas de los allí presentes.  Acudieron casi todos los habituales más alguna incorporación de última hora. Pepe Chapazo, el viejo cronista. Sarasola el frutero de Granollers. Antonio el Valenciano, el otrora punto fuerte en el Palace. Jordi el Ascensorista. El general Azurmendi. Deba, el ex cestero. Iñaki el Canchero. Pepe Ginebra. Josep, el que fuera juez de centro. Los periodistas Ricardo Pastor Ritxar y su colega el ilustre Fontanet. Varios ex puntistas. Unos cuantos ex corredores de apuestas… y Julio, un viajante de productos farmaceuticos, un alavés que jugó de aficionado y conoce al dedillo los entresijos de la cesta-punta. Este último, cada vez que visita Barcelona,  no pierde ocasión para acudir a la tertulia del Palace.

Gurmensindo, el jefe de camareros, los recibió con los brazos abiertos, la sonrisa de oreja a oreja…  y  las copas llenas.

Para cuando llegó Antonio el Valenciano, se estaban partiendo de risa la docena de tertulianos. Gurmensindo con toda clase gestos y palabras recién había contado como el lúnes anterior entraron a la carrera Juanito el Feo Elejabarrieta e Iñigo Kakatza. Justo habían logrado zafarse de un grupo de perseguidores Rambla arriba desde el muelle. Juanito el Feo conocía el terreno de sus tiempos de pelotari del Palace y cuando vió la entrada del viejo teatro, no lo  dudó. Entraron y subieron  a la carrera por las escaleras de dos en dos hasta la tercera planta. Hasta que no se tomaron  dos cubas preparados por «Sindo» no se les pasó la cara de susto. Fue cuando le contaron lo que les había pasado. Salieron a pescar a la costa de Dania aprovechando el día de fiesta y a las dos horas, más o menos,  se les acercaron varias zodiacs con activistas de Greenpeace provistos de altavoces y pancartas donde se podía leer: «Stop the Red Snapper Killing». Mientras, en otra embarcación, varios periodistas ejercían como testigos presenciales, algunos de ellos filmaban cámara en mano.

Fue el Feo el primero en percatarse de lo que pasaba. «Iñigo, moros en la costa»… No tardó un segundo. «Sákaaaaaa»….! Kakatza! Sákaaaa…! Iñigo puso la palanca del acelerador  a tope y la proa de la embarción apuntó al cielo. ¡»Avante a toda máquina»! Rugieron los motores y al poco el yate de Kakatza se había convertido en una zapatilla voladora. Las zodiac de Greenpeace quedaban atrás y el Feo Elejabarrieta, pasado el susto inicial, respiró a fondo y sonrió maliciosamente. Tras horas de persecución divisaron costa catalana y  minutos después amarraban el bote al costado de una de Las Golondrinas — embarcación usada para transportar turistas al Rompeolas. Saltaron y echaron a correr pasando junto a la estatua de Colón. Se entremezclaron en un grupo de turistas japoneses,  tras ellos  los ecologistas corrían Rambla arriba. A la altura del Principal Palacio los dos pescadores se esfumaron por la entrada aprovechando un momento de confusión.

«Había que verles la cara», contaba Gurmensindo. Fue cuando Urbieta, el ex canchero del Ezkurdi saltó con: «Conocí un caso similar en Shanghai». «Cómo acabó la cosa», preguntó Pepe Ginebra. «Nada, cuando oscureció cogieron una ropas de la segunda planta y ahí se largaron los dos, disfrazados de judíos ultra ortodoxos. Había que verles con aquellas trenzas y barbas, sobre todo al Feo.»

Sarasola cambió el tema y preguntó a los presentes: ¿»Os habéis enterado de la presentación en Bilbao del Circuito promovido por el Gobierno Vasco y el Consejo»? El de Isasondo era uno de los que seguía las noticias a toque de móvil y tableta en todo momento. Salvo algún que otro la mayoría de los presentes apenas sabía gran cosa del tema, a excepción de Julio, el representante de productos farmaceuticos, recién llegado de Vitoria.

La noticia tuvo buena acogida. Pro-Ams, torneos en diferentes lugares, puntuaciones, sonaba bien. Además, estando detrás el Gobierno Vasco, el Consejo, EITB, la Federación… Deba, el coleccionista de sellos les interrumpió: «la Federasión, eso, eso, que se moje la Federasión, Urtain acaba de noquear a Benito Canal y  a qué espera para pedir el campeonato de Europa». Sarasola continuó relatando los pormenores del «Circuito». «Los partidos se van a jugar a set o juegos en lugar de disputarse a 35 tantos». Este punto colmó el vaso de la paciencia del general Azurmendi y exclamó: «Mal empezamos. Voy a mandar arrestar inmediatamente a todos los responsables. Juegos, sets… bobadas. Esta canallesca va a acabar con la esencia de la pelota». Urbieta, el que jugara en China, más tarde canchero del Ezkurdi: «Conocí un caso similar en Shanghai».

«Y quién se va a hacer cargo de la gestión de ese Circuito», era Antonio el Valenciano el que lanzó la pregunta. Nadie supo responderle. ¿Dónde está el Tot (Totorika). No ha habido nadie que haya contado con él…? Nadie mejor que el Tot para llevar el asunto». No había semana en la que el nombre del emprendedor de Durango no saliera a la palestra. Antonio, el motor de las apuestas en los ochentas, se encargaba de ello, no en vano era acérrimo seguidor del Tot. Josep María Xixa Mirapeix interrumpió para pedir a Gurmensindo: «Ascolta, sácame un descafeinado de máquina con leche fría y sacarina, é, como tú sabes, é». Sarasola fue el encargado de contestarle a Antonio. «Pues mira, nada más presentarse el Circuito publicó Totorika publicó un posting en facebook en el que decía que volvía para hacerse cargo del tema. Cómo había hecho algunas gestiones, pelotaris apalabrados, San Juan de Luz, lo ve con buenos ojos. Que vuelve. Es lo último que sabe de él. Posterior no se ha sabido res de res». Antonio levantó la copa y pidió un brindis por: «el regreso del Tot».

Julio, el comercial de productos farmaceúticos, tomó la palabra. «Pero qué carajo estáis hablando. ¿No os dáis cuenta que todo eso del Circuito no es más que una castaña. Un as que se han sacado de la manga el director de deportes del Gobierno Vasco, el Consejo y Jai-Alive? Desde luego enseguida les da por poner nombres rimbombantes, Jai Alai World Tour. Pero vosotros creeis que es de recibo organizar en el Deportivo un torneo en el que Egiguren juega con un chaval, con un aficionado. Eso no es serio». Julio se había ido calentando conforme elaboraba su argumento. «Mejor que destinen essas cuatro perras para organizar unos buenos torneos entre aficionados. ¿Por qué no montan en julio y en agosto un par de campeonatos en Markina y en Gernika con los mejores de Dania y de Miami?». «Todo eso no va a ser más que una castaña, una más». Sarasola, el frutero de Granollers, intentó rebatir lo que Julio había expuesto con toda vehemencia. «Hay que darles una oportunidad, el beneficio de la duda. No siempre se juntan Gobierno Vasco, EITB, Jai-Alive y la Federación»… Deba al oir esto último, protestó: «la Federasion, una banda de sinverguenzas, unos inútiles… entiende la cosa».

Tras la intervención de Julio y de Sarasola, los presentes dividieron sus opiniones, acaloradamente unos a favor del Circuito, otros en contra, varios no se mojaron, nunca lo hacían, salvo unos buenos tragos al cubata. Poco a poco los tertulianos fueron abandonando el bar del Palace. «La espuela en el Amaya», sugirió Pepe Chapazo. Nadie le hizo la contra.

 

 

 

 

 

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